Soñar es gratis
Me disperso con facilidad. Si estoy haciendo alguna actividad que no me interesa del todo o que de algún modo me siento obligada a hacer, me cuesta poner mis cinco sentidos en ella durante todo el tiempo. Digamos que me distraigo con el vuelo de una mosca. Tampoco debo culparme: siempre he sido una apasionada de las novedades, que en cuanto dejan de serlo por completo, pierden la chispa para mí. Y por ello, termino centrándome en otras cosas.
Este año ha supuesto una revelación. No sabía lo que significaba luchar por mis sueños, hasta que vi que el esfuerzo, podía dar sus frutos. Nunca he creído en la suerte, sobre todo si quienes la defienden vienen de familias con una buena posición económica y social que no son ejemplo de nada, porque siempre lo han tenido todo hecho; su único mérito ha sido seguir la estela familiar de una forma más o menos digna. Hay multitud de personas (que ahora se conocen como coach) que apuestan por el trabajo duro sin haber dado un palo al agua en realidad; la cuestión es que no nos damos cuenta de ello, porque nos muestran únicamente lo que quieren que veamos.
Hay muchísimas falsas apariencias en el mundo de la creatividad. Las redes sociales nos otorgan un valor que no tenemos, ya solo por el hecho de crear, sea lo que sea que estemos creando. Redactar contenidos me resulta muy positivo para descubrir temas que no conocía, para aprender cosas que quizá me sean útiles en el futuro y sobre todo, para sentirme orgullosa de lo que sé hacer. Porque todos sabemos llevar a cabo varias tareas de una manera decente, pero no hay tantas cosas que se nos den especialmente bien.

Y no nos olvidemos de que la clave de todo esto, por lo que casi todo el mundo lucha a diario, es por ser feliz haciendo aquello que más le gusta. El verbo trabajar pierde toda su carga negativa cuando se hace con gusto, disfrutando, porque lo que haces te llena, te motiva a mejorar y sobre todo, te apasiona. Soñar es gratis y cada vez que trabajamos en lo que amamos, soñamos con ir más allá, con convertirnos en los mejores en lo nuestro. Ya no hablo de ser referentes para nadie, porque particularmente, tampoco creo que sea necesario, si no de sentirnos satisfechos porque sabemos que nuestras creaciones son de calidad.
Por ello, también es importante tomarnos todo lo que hagamos con la suficiente calma para conseguir contenidos de calidad. De nada sirve cumplir con los plazos que alguien nos establezca, si el trabajo que hemos hecho no vale nada. En estas circunstancias, como en muchas otras, las prisas no son buenas y estresarse tampoco. Tómate tu tiempo, analiza lo que tienes que hacer, qué deseas conseguir y hasta dónde estás dispuesto a llegar. Y, sobre todo, cuánto tiempo vas a dedicar a ello. Establecer prioridades es la base para una organización correcta, porque habrá actividades que nos interesen más que otras, y es bastante difícil dedicar el mismo empeño y las mismas energías en todas ellas.
No seríamos nada sin nuestros sueños. Las ilusiones diarias nos convierten en quienes somos y van construyendo nuestra personalidad. No terminamos nunca de conocernos, porque cada nuevo proyecto, extrae de nosotros mismos algo nuevo. Y es maravilloso aprender cada día de uno mismo. Significa que estamos vivos.